11:00pm
Después de un día ajetreado Mery y
yo llegamos a la estaca en donde nos
esperaba un bus que supuestamente saldría a las 10 de la noche pero por razones deconocidas partimos una hora después. Todo estaba listo, previa oración subimos al bus y emprendimos la
marcha hacia un lugar para mí desconocido. Habíamos llevado muchas maletas así es que ocupamos varios espacios en donde metimos nuestros bultos a la fuerza. La comida que habíamos llevado para el camino se acabó muy pronto y el sueño empezó a caer sobre la mayoría de los jóvenes. Sólo éramos trece de nuestra estaca y nos acompañaban algunos de la estaca Palao y La Molina. Conversando y viendo por la ventana después de las clásicas fotos en el asiento del bus, nos quedamos dormidos. En algún momento de la madrugada llegamos a nuestro destino.
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