Hoy estuvimos revisando con Mery una cajita que ella tiene en donde guarda algunos recuerdos de aquellos momentos que más han signficado en su vida, sobre todo aquello que la relaciona conmigo.
La cajita está curiosamente forrada con papel platino azul y plateado con textura rugosa y es casi como una caja de zapatos solo que más cuadrada.
Una de las cosas más bonitas que compartió conmigo fue su bendición patriarcal, en la cual ella recibe muchas promesas muy especiales cuya lectura nos llenó de gran gozo. El saber que estoy compartiendo parte de mi vida con alguien tan bendecida del Señor me hace sentir humilde y pensar en si estaré o no a la altura de ella.
Otra de las cosas que me hizo recordar algunos momentos que ya había olvidado fueron algunas cartitas o notitas que en forma espontánea e improvisada le escribía a Mery aún desde el tiempo en que éramos sólo amigos, ella guarda los pequeños papelitos y cuán grande fue mi asombro cuando los vi, era como remontarme en el tiempo.
Con todo esto, recordé cuan importante es guardar aquellas pequeñas cosas o detalles que nos dejan un buen recuerdo y memoria para nuestras futuras generaciones. Aquello podría ser una gran inspiración en sus vidas, tal como hoy lo fue para mí mismo.
ALDO
viernes, 12 de febrero de 2010
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